- El Ayuntamiento de Valencia debe sacar inmediatamente a licitación pública la auditoría del Nuevo Mestalla y exigir la fianza por el total de la obra: 250 millones.
- Los concejales que aprobaron la operación en el pleno de julio son responsables personal y patrimonialmente del cumplimiento del acuerdo en su totalidad: cada concejal sale a casi 9 millones de euros de responsabilidad.
- El estadio debe cumplir con las condiciones del convenio urbanístico: cubierto y 70.000 asientos.
- El Valencia CF debe convocar junta de accionistas extraordinaria para vender el terciario y las 1200 plazas de garaje que se han ocultado en el acuerdo.
- Peter Lim debe depositar también el dinero para la construcción del polideportivo municipal.
Miguel Zorío, ex Vicepresidente del Valencia CF, pidió a principios de año al Ayuntamiento de Valencia y a todos los grupos políticos representados en su pleno, que aprobaran la puesta en marcha de una auditoría exhaustiva del coste real del Nuevo Mestalla, tanto de la obra realizada como de la obra pendiente para finalizarlo al 100%. Y el Ayuntamiento, en la reunión de la Comisión de Urbanismo del pasado mes de febrero, aprobó una moción en la que se ponía como condición previa a la concesión de licencias del nuevo estadio, el encargo de una auditoría exhaustiva e independiente sobre el coste real de la obra realizada y el coste real de la finalización de la misma. Así mismo, se aprobó que en ningún caso se iban a aprobar las fichas urbanísticas antes de la finalización del estadio por parte de Peter Lim.
“Como es de todos sabido, 29 de los 33 concejales del pleno del Ayuntamiento, incumplieron esta palabra y antes del verano aprobaron un pelotazo urbanístico por el que Peter Lim va a levantar más de 200 millones de euros. Ahora de lo que se trata es de que se cumplan todos los puntos del acuerdo aprobado por los concejales del PP, PSPV y Compromís, que saben perfectamente que son responsables personal y patrimonialmente de los acuerdos aprobados, si no quieren incurrir en prevaricación. Así lo marca la legislación vigente. Y hay dos claves en todo este proceso: la auditoría externa de la obra del nuevo Mestalla y la operación del terciario firmada de forma ilegal por el club. En todo caso, si los 29 concejales no cumplen el acuerdo aprobado por ellos, se juegan 9 millones de euros cada uno de su patrimonio, más la responsabilidad penal”, ha denunciado el portavoz de Marea Valencianista:
1º AUDITORÍA EXTERNA DEL NUEVO MESTALLA: en el pleno celebrado en julio de 2024 se aprueba que se elabore una auditoría externa del coste del estadio con los requisitos de la fichas urbanísticas aprobadas y el coste resultante sea utilizado para el depósito de la fianza, para preservar que no se materialicen los derechos urbanísticos sin asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por Peter Lim y el Valencia CF.
2º VENTA DEL TERCIARIO: el acuerdo del pleno impide dar licencia de edificación si no se ingresa el coste total del polideportivo municipal, de acuerdo con una valoración actualizada. Y el Valencia CF para poder vender la parcela del terciario debe convocar junta de accionistas extraordinaria, ya que se trata de un activo esencial de la sociedad. En este caso, tanto el Valencia CF como el Ayuntamiento han ocultado que la operación incluye 1200 plazas de parking, cuyo valor de mercado ya supera los 30 millones de euros, precio total de la compra realizada por el yerno de Roig.
El coste del estadio contemplado en las condiciones aprobadas por los 29 concejales superará los 250 millones de euros, de la misma forma que se ha triplicado el coste de las obras de la remodelación de la Plaza del Ayuntamiento o de Pérez Galdós.
Por lo tanto, hay que hacer una auditoría seria y rigurosa del coste actual de las obras ejecutadas, del coste real de las obras pendientes y de los recursos económicos que está dispuesto Peter Lim a avalar para asegurar el cumplimiento del plan completo. Y eso le va a llevar al Ayuntamiento a licitar un contrato (que no puede ser menor por el volumen de trabajo que conlleva), adjudicarlo y ejecutarlo, lo que es imposible hacer en menos de seis meses. Y a partir de ese momento hay que proponer un nuevo convenio, y posteriormente, cuando el promotor presente las garantías económicas, entonces sí darle los permisos oportunos.
Y todo eso es imposible hacerlo en tres meses. Por eso la ley urbanística valenciana, en su artículo 69 prevé estas situaciones excepcionales (muy similar a lo que se va a aplicar al concurso de remodelación de la plaza del Ayuntamiento):
Art. 69.3. Cuando fuera estrictamente necesario para preservar la viabilidad de la ordenación del plan, procederá la suspensión del planeamiento y dictar normas transitorias de urgencia previstas en el artículo 44.7 de este texto refundido (Por acuerdo del Consell, a propuesta o previo informe del municipio y de la consellería competente en urbanismo, ordenación del territorio y paisaje, cabe suspender la vigencia de los planes y convenios de ámbito municipal y dictar normas transitorias de urgencia que los sustituyan en situaciones excepcionales).”
Zorío también recuerda que la última memoria presentada por Peter Lim y Layhoon era una absoluta vergüenza. Proponía dejar sin construir casi el 50% de la edificabilidad del nuevo estadio, dejaba espacios en bruto en todas las plantas, no cubría la fachada y no terminaba la cubierta del 100% del estadio.