El crédito con Goldman Sachs de hasta 325 millones, no se ha firmado todavía, y no se firmará si el Valencia CF baja a Segunda División
- Goldman Sachs ha firmado con la constructora un pequeño contrato que vence en junio de este año, y que sólo contempla la limpieza y preparación de la obra ya ejecutada del Nuevo Mestalla, pero no está firmado el contrato para la finalización de las obras del estadio.
- El coste total para finalizar el Nuevo Mestalla se establece en 194 millones de euros.
- Inma Ibáñez conocía todos estos extremos cuando reunió a la prensa y afirmó que un descenso a 2ª división no afectaría a las obras.
- La Alcaldesa conoce de primera mano la situación, y será responsable de que con esté paripé, se pueda vender por un precio ridículo el terciario del nuevo estadio.
- Tanto la Alcaldesa como el Valencia CF no han informado a la RFEF de estos extremos, de cara a la cacareada candidatura virtual de Valencia al Mundial 2030.
- El ex Vicepresidente reta a Peter Lim a que lo lleve al juzgado para demostrar todo lo que está afirmando, y así Zorío pedirá que el club aporte los contratos.
- Además, los acuerdos del Pleno no se han cumplido: no se ha hecho la auditoría del estadio, Peter Lim no ha puesto las garantías económicas exigidas, Peter Lim no ha ingresado el dinero para hacer el polideportivo; y la venta del terciario y el crédito de Goldman Sachs no se han aprobado en Junta de Accionistas.
Miguel Zorío, ex Vicepresidente del Valencia CF ha tenido acceso a la situación real de las obras del Nuevo Mestalla y cual será su futuro inmediato.
Según desvela el portavoz de Marea Valencianista, “es muy fuerte lo que está pasando en nuestra ciudad con el pelotazo urbanístico que pretende dar Peter Lim. En primer lugar, Inmaculada Ibáñez, directora financiera del Valencia CF, reunía a ciertos medios de comunicación y les vendía la cabra que gracias a Peter Lim, Goldman Sachs había dado un crédito puente de 65 millones, había comprado toda la deuda financiera del club y que también iba a dar otro crédito de hasta 325 millones de euros para finalizar el estadio; añadiendo que aunque el Valencia CF bajara a segunda división, la sociedad podría pagar sin problemas el proyecto y que las obras ya no se pararían. En segundo lugar, y ya sin medios de comunicación, la Presidenta del club, Layhoon Chan, vendió el arranque de las obras del Nuevo Estadio y que estaría terminado en verano de 2027. Y en tercer lugar, nuestra Alcaldesa ha tenido reuniones con varios de los agentes implicados en la operación, y sabe que Layhoon no ha conseguido que Goldman Sachs le firme el crédito para que la constructora finalice el estadio, y que por lo tanto es una falacia hablar de Mundial”.
Según desvela Miguel Zorío, “desde hace menos de un mes, vemos a unos pocos obreros de la constructora, cuyo cometido es limpiar la obra parada hace 15 años y analizar el estado de la misma, y en ningún caso, durante estos meses y con ese contrato firmado, se pretende poner ni un solo ladrillo nuevo. El contrato que firma la constructora con Goldman Sachs (no con el Valencia CF) así lo establece, y si en junio, el banco americano no ha dado el ok al préstamo de 325 millones de euros, la obra volverá a pararse. Por lo tanto, sería un delito gravísimo permitir que Peter Lim venda el terciario del estadio, peque un pelotazo y pare de nuevo las obras”.
Por otra parte, hay que recordar que la Agencia Valenciana Antifraude va a solicitar al Ayuntamiento de Valencia todo el expediente de las fichas urbanísticas aprobadas en el pleno de julio por la Alcaldesa de Valencia, los concejales del PP, PSOE y Compromís, en contra del informe del letrado municipal, y que puede terminar declarando nulo el acuerdo adoptado, impidiendo de esta manera certificar la muerte económica del Valencia CF.
En la denuncia, aporta el informe del letrado municipal, Manuel Latorre, que ya en mayo avisó a la Alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que si se votaba la moción que intentaba legalizar el pelotazo urbanístico de Peter Lim con el nuevo Mestalla, los concejales cometerían un claro delito de prevaricación, lo que conlleva una responsabilidad personal y patrimonial de los ediles. Tas la lectura de ese informe, la moción no fue votada en mayo, aunque si que lo fue en el pleno de julio, impulsada por la propia Alcaldesa y apoyada por PP, PSOE y COMPROMÍS.